Lección 11 – El Padre, el Hijo y el Espíritu
El Evangelio de Juan es un mosaico de temas. Juan recurre a las señales (milagros) para demostrar que Jesús es el Mesías prometido por los profetas.
Juan utiliza una serie de testigos para proclamar a Jesús como el Cristo.
También utiliza las afirmaciones “YO SOY” para señalar su divinidad.
Los tres miembros de la Deidad son mencionados en Juan 1 (vers. 1-4, 14, 18, 32-34). Durante siglos, los seres humanos han intentado comprender plenamente la naturaleza de la Deidad, pero como eso no es posible, muchos niegan su existencia. Sin embargo, no es inteligente rechazar algo solo porque no podemos comprenderlo plenamente o porque no encaja en los estrechos límites del razonamiento humano.
Juan dice que, si quieres entender a Dios, debes mirar a Jesús y lo que ha sido revelado en la Palabra. Este enfoque nos abre todo un mundo nuevo de relaciones entre los tres miembros de la Deidad, entre ellos y los seres humanos, y entre los propios seres humanos. La lección de esta semana examina cómo el Evangelio de Juan presenta al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, pero ahora en el contexto del discurso de despedida de Jesús (Juan 13-17).