Lección 02 – Signos de divinidad
La Biblia deja en claro que Jesucristo es el Hijo eterno, uno con el Padre, no
creado ni engendrado. Jesús es quien creó todo lo que existe (Juan 1:1-3).
Por lo tanto, Jesús siempre ha existido; nunca hubo un momento en el
que no haya existido. Aunque Jesús vino a este mundo y tomó sobre sí nuestra
humanidad, siempre conservó su divinidad y, en momentos concretos, dijo e
hizo cosas que la revelaron.
Esta verdad era importante para Juan. Por eso, al relatar algunos de los mila-
gros de Jesús, Juan los utilizó para señalar la divinidad de Cristo. Jesús no solo
dijo cosas que revelaban su divinidad, sino también respaldó sus palabras con
hechos que la corroboraron.
La lección de esta semana examina tres de las mayores señales o evidencias
de la divinidad de Jesús. Lo sorprendente es que, en cada caso, algunas personas
no creyeron en el milagro o no percibieron su significado. Algunas de ellas se
alejaron de Jesús; otras profundizaron su ceguera espiritual; y otras tramaron la
muerte de Jesús. Aun otros aceptaron la evidencia que se les ofreció y creyeron
en Jesús como el Mesías.