Lección 12 – Ester y Mardoqueo
Uno de los relatos más inspiradores de la Biblia, un relato de “ministerio transcultural”, se encuentra en el libro de Ester. Por milenios se ha escrito mucho sobre este libro, y hasta el día de hoy muchos judíos celebran la fiesta de Purim, basada en Ester 9:26 al 31.
Ester y su pariente Mardoqueo eran judíos que vivían en la capital del Imperio Persa, Susa. Por alguna razón, a diferencia de otros judíos que habían regresado a Judá, ellos, junto con otros, se quedaron en la tierra de su cautiverio.
Entonces, por una serie de providencias, Ester se convierte en reina. “Y el rey amó a Ester más que a todas las mujeres, y halló más gracia y más favor ante
él que todas las doncellas; y puso la corona real en su cabeza y la declaró reina en lugar de Vasti” (Est. 2:17).
En esa función, Ester, aunque a regañadientes, pudo desempeñar un papel importante en la historia bíblica. A su manera, esta historia muestra cómo el pueblo de Dios, incluso en entornos extranjeros, puede dar testimonio de la verdad.
Si tienes tiempo, lee (u ojea) el libro de Ester para el estudio de esta semana.