Lección 02 – El gran plan Cristocéntrico de Dios
Veinticinco años después de convertirse en la primera persona en caminar sobre la Luna, Neil Armstrong escribió una nota de agradecimiento al equipo creativo que diseñó el traje espacial, la Unidad de Movilidad Extravehicular (EMU, por las siglas en inglés), en el que dio esos pasos históricos. Armstrong lo llamó “el diseño espacial más fotografiado de la historia”, y bromeó con que logró ocultar a “su feo ocupante”, y agradeció al “equipo EMU”, en el Centro Espacial Johnson, por el traje “resistente, confiable, y hasta se podría decir encantador” que le preservó la vida, y les envió “un cuarto de siglo de agradecimientos y felicitaciones”.
Pablo comienza su carta a los Efesios con una majestuosa nota de agradecimiento, alabando a Dios por las bendiciones que ha derramado; bendiciones tan esenciales para la vida de los creyentes como lo es un traje espacial para alguien que camina sobre la Luna. Pablo argumenta que Dios ha estado obrando en estas bendiciones esenciales desde “antes de la creación del mundo” (Efe. 1:4), y alaba a Dios por obrar a lo largo de los siglos en favor de los creyentes.
Esta introducción de Pablo hace que Efesios sea especialmente valiosa para ilustrar cómo adorar y alabar a Dios por las tantas bendiciones que él ha provisto.