Lección 05 – Resurrecciones antes de la Cruz
Las referencias del Antiguo Testamento a la resurrección que hemos visto hasta ahora se basan mayormente en expectativas personales (Job 19:25-27; Heb. 11:17-19; Sal. 49:15; Sal. 71:20) y en promesas futuras (Dan. 12:1, 2, 13). Sin embargo, también tenemos registros inspirados de casos en los que hubo gente que realmente resucitó de entre los muertos.
La primera resurrección fue la de Moisés (Jud. 9; Luc. 9:28–36). Luego, también resucitaron el hijo de la viuda de Sarepta (1 Rey. 17:8-24) y el hijo de la sunamita (2 Rey. 4:18-37). Cristo, cuando estuvo aquí, en la carne, resucitó al hijo de la viuda de Naín (Luc. 7:11-17), a la hija de Jairo (Luc. 8:40-56) y luego a Lázaro (Juan 11). Estos casos confirman la enseñanza bíblica de la inconsciencia de los muertos (Job 3:11-13; Sal. 115:17; 146:4; Ecl. 9:5, 10). En ninguno de estos relatos, ni en ninguna otra narración bíblica de resurrección, se hace mención de una supuesta experiencia más allá de la muerte.
Esta semana reflexionaremos con más detenimiento sobre las resurrecciones que tuvieron lugar antes de la muerte y la resurrección de Cristo.