Lección 05 – Todas las naciones y Babel
Después del Diluvio, cambia el enfoque del relato bíblico: del personaje único, Noé, a sus tres hijos, “Sem, Cam y Jafet”. La atención especial puesta en Cam, el padre de Canaán (Gén. 10:6, 15), introduce la idea de “Canaán”, la Tierra Prometida (Gén. 12:5), un anticipo de Abraham, cuya bendición llegaría a todas las naciones (Gén. 12:3).
Sin embargo, la torre de Babel rompe el linaje (Gén. 11:1-9). Una vez más, los planes de Dios para la humanidad se ven interrumpidos. Las naciones se unen para tratar de ocupar el lugar de Dios; Dios responde con juicio sobre ellas; y, mediante la confusión resultante, la gente se esparce por todo el mundo (Gén. 11:8), y cumple así el plan original de Dios de “llena[r] la tierra” (Gén. 9:1).
Finalmente, a pesar de la maldad humana, Dios transforma el mal en bien; como siempre, él tiene la última palabra. La maldición de Cam en la tienda de su padre (Gén. 9:21, 22) y la maldición de las naciones confundidas en la torre de Babel (Gén. 11:9) con el tiempo se convertirán en una bendición para las naciones.