Lección 13 – La resurrección de Moisés
Como hemos visto durante todo el trimestre, Moisés es protagonista humano en el libro de Deuteronomio. Su vida, su carácter, sus mensajes, impregnan el libro. Aunque Deuteronomio trata sobre Dios y su amor por el ‘am yisra’el, “el pueblo de Israel”, Dios a menudo utilizó a Moisés para revelar ese amor y hablarle a su pueblo Israel.
Ahora que llegamos al final de nuestro estudio de Deuteronomio, llegamos también al final de la vida de Moisés, al menos su vida aquí.
Como lo expresó Elena de White: “Moisés sabía que debía morir solo; a ningún amigo terrenal se le permitiría asistirlo en sus últimas horas. La escena que le esperaba tenía un carácter misterioso y pavoroso que le oprimía el corazón. La prueba más severa consistió en separarse del pueblo que estaba bajo su cuidado y al cual amaba; el pueblo con el cual había identificado todo su interés durante tanto tiempo. Pero había aprendido a confiar en Dios, y con fe incondicional se encomendó a sí mismo y a su pueblo al amor y la misericordia divinos” (PP 504).
Así como la vida y el ministerio de Moisés revelaron mucho sobre el carácter de Dios, así también su muerte y su resurrección.