Lección 07 – Compartir la Palabra
Cuando testificamos, hablamos de Jesús. Pero ¿qué sabríamos de Jesús sin la Biblia? De hecho, ¿cuánto sabríamos sobre el Gran Conflicto; el amor de Dios; el nacimiento, la vida, el ministerio, la muerte, la resurrección y el regreso de nuestro Señor, si no tuviéramos las Escrituras?
Aunque la naturaleza revela la majestad y el poder de Dios, no revela el plan de salvación. Jesús, a través de la Persona del Espíritu Santo, es “la luz verdadera que, al venir al mundo, alumbra a todo hombre” (Juan 1:9, BLA). Aun así, sin la Palabra de Dios para explicar completamente la verdad divina, la revelación del Espíritu Santo a nuestros corazones es limitada. La Palabra escrita de Dios es la revelación más clara y completa de Jesús, la Palabra viviente. Aunque los líderes religiosos estudiaban la Palabra de Dios, muchos no en- tendían su mensaje principal. Jesús dijo: “Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí” (Juan 5:39). Correctamente entendida, cada enseñanza de la Biblia refleja la belleza del carácter de Jesús. Cuando compartimos la Palabra de Dios, nuestro objetivo principal no es demostrar que tenemos razón y que la otra persona está equivocada; es revelar a Jesús en cada faceta
de la verdad que compartimos.