Lección 05 – Testificar con el poder del Espíritu
Cuando Jesús ordenó a los primeros creyentes: “Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura” (Mar. 16:15), debió haber parecido una misión imposible. ¿Cómo podrían lograr un desafío tan grande? Sus números eran muy pequeños. Sus recursos eran limitados. Eran un grupito de creyentes comunes, sin educación. Pero tenían un Dios extraordinario que los llenaría de poder para su misión extraordinaria.
Jesús declaró: “Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra” (Hech. 1:8). El derramamiento del Espíritu Santo les permitiría compartir el mensaje de la Cruz con un poder capaz de cambiar la vida y cambiar al mundo. Hechos declara que estos primeros creyentes “trastornaron el mundo entero” (17:6). El apóstol Pablo agrega que el evangelio “se predica en toda la creación que está debajo del cielo” (Col. 1:23). En la lección de esta semana, nos enfocaremos especialmente en el papel del Espíritu Santo al llenar de poder nuestro testimonio por Cristo.