Lección 04 – Del horno ardiente al palacio
“Así estos jóvenes, imbuidos del Espíritu Santo, declararon a toda la nación su fe de que el que ellos adoraban era el único Dios verdadero y viviente […]. Para impresionar a los idólatras con el poder y la grandeza del Dios viviente, sus siervos deben mostrar su reverencia hacia Dios. Deben manifestar que él es el único objeto de su honra y adoración y que […] ni aun la preservación de su vida misma podrá inducirlos a hacer la menor concesión a la idolatría” (ELC 151). Aunque afrontar la amenaza de muerte debido a la cuestión de la adoración puede parecer algo de una época precientífica y supersticiosa, las Escrituras revelan que en el tiempo del fin, cuando el mundo haya progresado mucho, ocurrirá algo similar, pero a es- cala mundial. Por lo tanto, al estudiar esta historia, tenemos una vislumbre de las cuestiones que, según las Escrituras, enfrentarán los fieles de Dios.